lunes, 15 de noviembre de 2010

CONSEJOS DE LA MAMÁ CASTOR: TIPS PARA EL CUIDADO DE LA SONRISA DE SUS HIJOS



Como padres, sabemos que la sonrisa de nuestros hijos es uno de los mayores regalos que podemos recibir. Son pequeños instantes que nos llenan de alegría e ilusión, y que nos ayudan a seguir enfrentando todos los pequeños problemas de la vida cotidiana. Por eso, es importante que aprendamos a cuidar esas sonrisas, no sólo con cariño y dedicación, sino también, con el cuidado de su salud bucal.

Pero… ¿Qué debemos hacer para cuidar la salud bucal de nuestros hijos? El primer paso es mantener una adecuada higiene. Existen varias técnicas de cepillado apropiadas, dependiendo de la edad y grado de colaboración de cada niño. Para esto es muy importante visitar a un odontopediatra, quien podrá orientarnos y enseñarnos la técnica correcta para nuestros hijos.



En tanto la selección del cepillo y pasta dental ideal se ha vuelto un problema con la oferta de tantas opciones. Para escoger un buen cepillo, es importante ver que las cerdas sean suaves, y que la cabeza del cepillo sea pequeña, para poder llegar con facilidad a todos los dientes. También es importante que el mango sea fácil de agarrar, sobretodo para las manos pequeñas de los niños. Muchas veces, los mangos con muñecos o formas irregulares son muy atractivos para los niños, pero, no permiten ser agarrados correctamente, por lo que el cepillado se hace muy difícil. También es importante cambiar los cepillos con frecuencia. Esto debe hacerse cada vez que las cerdas de los cepillos se vean abiertas, dobladas o rotas. Con niños pequeños es recomendable comprar dos cepillos, uno con el que el niño pueda jugar y experimentar, y otro, con el que los padres o personas encargadas de su higiene puedan realizar un correcto cepillado.

Sobre las pastas de dientes, es importante observar la concentración de flúor que trae cada una. Existen algunas pastas que se venden como “infantiles”, sin embargo, traen la misma cantidad de flúor que las pastas de adultos. Por esto, antes de comprar es importante fijarse en las especificaciones de cada pasta. La concentración de flúor en las cajas de los dentífricos esta expresada en “ppm” o “partes por millón”.  La cantidad apropiada para un niño es de 750 a 800 ppm. Sólo cuando estemos seguros de que el niño sabe escupir correctamente, y no va a tragar la pasta o la espuma, podemos pasar a una concentración de 1500 a 1600 ppm.

Otras ayudas importantes para la higiene son el hilo dental y los enjuagatorios. Para aprender a usarlos y saber escoger los apropiados para cada niño es recomendable consultar con un odontopediatra.

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